Columna do Pastor

28 de Abril de 2024

Hoy la Palabra de Dios nos exhorta a “permanecer” en el Señor. Como dice san Juan, los que permanecen en el Señor aman a los demás no sólo de palabra, sino de obras, y viven así en la paz que Él les concede. Jesucristo lo afirma en el Evangelio de hoy utilizando la imagen de la “vid y el sarmiento”. El sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid; por ello, tampoco nosotros podemos vivir anunciando el Reino de Dios sin nutrirnos de la Palabra y de los sacramentos que comunican la vida del Señor. Esta realidad prevalece después de un encuentro con el Señor: Él cambia radicalmente nuestra realidad humana y la orienta hacia El. Esa fue la experiencia de san Pablo, el apóstol de los Gentiles, a pesar de que algunos dudaron de su conversión y cuestionaron su predicación, hasta que se convencieron de su compromiso total a la misión que el mismo Cristo le había confiado.

El Tiempo de Pascua nos alienta a evaluar nuestro compromiso como discípulos y misioneros del Señor. Aprovechemos las lecturas dominicales para reflexionar sobre el regalo que el Señor Resucitado nos hace por medio del testimonio de los primeros cristianos en la Iglesia de los Primeros siglos

Juan J. Sosa